«Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.» -- S. Lucas 16:29-31
Ayer confirmábamos que la palabra de Dios es verdadera, que es eterna y que se cumple a cabalidad, hoy corroboramos con la historia del rico y Lazaro lo de ayer, veamos el escenario:
1-El rico por no amar a su prójimo, cuando murió este despertó en el ades (infierno), y Lázaro por el contrario despertó en el seno de Abraham (cielo).
2-Estando en el ades se encontraba en gran tormento y con gran sed, por lo que pide que manden a Lázaro que moje uno de sus dedos para que le llegue a refrescar.
3- Al ser imposible que Lazaro vaya donde él está, entonces el rico cambia su petición, pues ya sabe que en ese lugar nada puede por el mismo, y solicita que vaya Lazaro a la casa de su padre a convencer a sus 5 hermanos para que ellos no vayan al lugar de tormento.
4- La respuesta es: a Moises (la ley) y los profetas (llamado al arrepentimiento) tienen, a ellos óiganlos.
5- Era tanto el tormento que le ruega nuevamente diciendo: si fuere uno de entre los muertos creerían, y cambiaran su actitud para no venir a este lugar.
6- Y las palabras claves son: si no respetan la ley ni quieren escuchar el llamado al arrepentimiento, ni que se levante alguien de entre los muertos creerán.
Y esto último es cierto, cierto, cierto, pues ya hubo uno que se levantó de entre los muertos (el vencedor del mundo, del pecado, de satanas y de la muerte) y mandó que se predicara arrepentimiento para perdón de pecado y muchos aún hacen oídos sordos a este llamado, y algunos se llenan la boca diciendo, "nadie ha ido y ha regresado al ades, así que nadie sabe cómo es". Pregunto yo, acaso el que lo creó no sabrá cómo es?, y es tanto su amor por nosotros que vino a prevenirnos para que no fuéramos a ese lugar, hizo hasta lo imposible por cada uno de nosotros, pagó por todos y cada uno de nuestros pecados para evitarnos la muerte eterna, y aún seguimos de necios e indolentes. Recapacitemos hoy, y volvamos a Cristo de corazón, busquémosle desesperadamente así como el rico anhelaba el agua para aliviar su sed, así anhelemos también al que es la fuente de agua que salta para la vida eterna, mañana podríamos estar acompañando al rico en el lugar de tormento, mañana podría ser muy tarde!
Ayer confirmábamos que la palabra de Dios es verdadera, que es eterna y que se cumple a cabalidad, hoy corroboramos con la historia del rico y Lazaro lo de ayer, veamos el escenario:
1-El rico por no amar a su prójimo, cuando murió este despertó en el ades (infierno), y Lázaro por el contrario despertó en el seno de Abraham (cielo).
2-Estando en el ades se encontraba en gran tormento y con gran sed, por lo que pide que manden a Lázaro que moje uno de sus dedos para que le llegue a refrescar.
3- Al ser imposible que Lazaro vaya donde él está, entonces el rico cambia su petición, pues ya sabe que en ese lugar nada puede por el mismo, y solicita que vaya Lazaro a la casa de su padre a convencer a sus 5 hermanos para que ellos no vayan al lugar de tormento.
4- La respuesta es: a Moises (la ley) y los profetas (llamado al arrepentimiento) tienen, a ellos óiganlos.
5- Era tanto el tormento que le ruega nuevamente diciendo: si fuere uno de entre los muertos creerían, y cambiaran su actitud para no venir a este lugar.
6- Y las palabras claves son: si no respetan la ley ni quieren escuchar el llamado al arrepentimiento, ni que se levante alguien de entre los muertos creerán.
Y esto último es cierto, cierto, cierto, pues ya hubo uno que se levantó de entre los muertos (el vencedor del mundo, del pecado, de satanas y de la muerte) y mandó que se predicara arrepentimiento para perdón de pecado y muchos aún hacen oídos sordos a este llamado, y algunos se llenan la boca diciendo, "nadie ha ido y ha regresado al ades, así que nadie sabe cómo es". Pregunto yo, acaso el que lo creó no sabrá cómo es?, y es tanto su amor por nosotros que vino a prevenirnos para que no fuéramos a ese lugar, hizo hasta lo imposible por cada uno de nosotros, pagó por todos y cada uno de nuestros pecados para evitarnos la muerte eterna, y aún seguimos de necios e indolentes. Recapacitemos hoy, y volvamos a Cristo de corazón, busquémosle desesperadamente así como el rico anhelaba el agua para aliviar su sed, así anhelemos también al que es la fuente de agua que salta para la vida eterna, mañana podríamos estar acompañando al rico en el lugar de tormento, mañana podría ser muy tarde!