Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; y su grandeza es inescrutable - Salmos 145:3
El pensar en Dios es indudablemente el mayor pensamiento que puede ocupar la mente humana. Los grandes pensamientos acerca de Dios ennoblecen toda la vida.
El Señor se humilla para mirar las cosas en el cielo. Es tan grande que llama a las estrellas por sus nombres.
Para él las naciones son como una gota de agua o como menudo polvo en las balanzas. Todos los bosques del Líbano con sus animales no serían suficientes para ofrecer a Dios un sacrificio apropiado
Jehová marcha en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies
Todo esto nos indica que el lenguaje humano se derrumba ante cualquier intento por describir la grandeza de Dios. En nuestra vida que Dios mismo nos ha dado, deberimos contemplar algunos de los atributos de Dios, deberíamos ser llevados a maravillarnos, porque él es maravilloso, adorar, por lo que él es y ha hecho por nosotros. Confiar, porque él es digno de toda nuestra confianza. Servir, porque uno de los privilegios más grandes que hay es servir a este Señor. Imitar, porque Su voluntad es que seamos más y más como él. Sin embargo, hay algunos atributos de Dios, tales como la ira, que no debemos imitar, y otros, como Su infinidad, que no podemos compartir
El pensar en Dios es indudablemente el mayor pensamiento que puede ocupar la mente humana. Los grandes pensamientos acerca de Dios ennoblecen toda la vida.
El Señor se humilla para mirar las cosas en el cielo. Es tan grande que llama a las estrellas por sus nombres.
Para él las naciones son como una gota de agua o como menudo polvo en las balanzas. Todos los bosques del Líbano con sus animales no serían suficientes para ofrecer a Dios un sacrificio apropiado
Jehová marcha en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies
Todo esto nos indica que el lenguaje humano se derrumba ante cualquier intento por describir la grandeza de Dios. En nuestra vida que Dios mismo nos ha dado, deberimos contemplar algunos de los atributos de Dios, deberíamos ser llevados a maravillarnos, porque él es maravilloso, adorar, por lo que él es y ha hecho por nosotros. Confiar, porque él es digno de toda nuestra confianza. Servir, porque uno de los privilegios más grandes que hay es servir a este Señor. Imitar, porque Su voluntad es que seamos más y más como él. Sin embargo, hay algunos atributos de Dios, tales como la ira, que no debemos imitar, y otros, como Su infinidad, que no podemos compartir