
Podemos decir que la glorificación es el beneficio final de nuestra redención en lo que se conoce como el orden de la salvación.
Es esa etapa final en donde este cuerpo corruptible será cambiado por uno incorruptible y veremos al Señor tal como Él es porque recibiremos cuerpos glorificados que podrán estar en la presencia del Señor para adorarle por toda la eternidad. También estaremos en un lugar en donde mora la justicia perfecta de Dios, estaremos libre de la presencia del pecado y Satanás, lo que significa que gozaremos de santidad plena.
Sin duda alguna el regalo de nuestra salvación es una obra que se lleva a cabo desde la predestinación hasta la glorificación. Si bien es cierto aún estamos en esta tierra y debemos ser conformados a la imagen de Cristo por medio de la santidad progresiva en nuestro diario vivir, debemos tener también siempre presente que nuestro gran Salvador nos ha prometido terminar hasta la perfección la obra que Él ha iniciado en la vida de cada creyente.
Ro 8:29-30: "Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó."
Fil 1:6: "estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;"
Pr 4:18: la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es perfecto."
Es esa etapa final en donde este cuerpo corruptible será cambiado por uno incorruptible y veremos al Señor tal como Él es porque recibiremos cuerpos glorificados que podrán estar en la presencia del Señor para adorarle por toda la eternidad. También estaremos en un lugar en donde mora la justicia perfecta de Dios, estaremos libre de la presencia del pecado y Satanás, lo que significa que gozaremos de santidad plena.
Sin duda alguna el regalo de nuestra salvación es una obra que se lleva a cabo desde la predestinación hasta la glorificación. Si bien es cierto aún estamos en esta tierra y debemos ser conformados a la imagen de Cristo por medio de la santidad progresiva en nuestro diario vivir, debemos tener también siempre presente que nuestro gran Salvador nos ha prometido terminar hasta la perfección la obra que Él ha iniciado en la vida de cada creyente.
Ro 8:29-30: "Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó."
Fil 1:6: "estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;"
Pr 4:18: la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es perfecto."